miércoles, 21 de febrero de 2007

CARTA DE UNA INFANTA , MALA O DONZELLA.

Carta de una hija infanta mala o la donzella
Para: un padre de oficio y capitán general
( Basado en los capítulos sesto, décimo y trece del libro de Historia general de las cosas de la nueva España, II)

Padre:

Buen día tengo la firme certeza de que te encuentras bien ... ¡ No, debería ser honesta! , sé perfectamente que no estás bien, desde hace días tu mirada es lerda, y tu esfuerzo por ocultar tus sentimientos es nulo, es por eso, que tu infanta habla contigo desde su corazón, lamento que mi lenguaje no sea adecuado ni tan claro como el tuyo , pero intentare decirte a través de este pequeño pergamino , lo que tu debiste ser en tu otra vida.

Como buen sastre sabes cortar, coser bien la ropa, eres un buen oficial ,hábil y fiel en tu oficio , al igual que los sastres del ayer, tu sabes juntar los pedazos de tela y hacer hermosos vestidos, conforme a la proporción del cuerpo , de esa manera construyes mi vida y la de mi madre, aunque ella es adusta y varonil , no es lo suficientemente valiente para darse cuenta de lo que realizas cada día .
Padre, no te sientas mal por una puntada larga o torcida, es la manera de hacerte saber que las cosas no pueden ser perfectas, ni siquiera en tela, recuerda un sastre que proviene de un madre hilandera , siempre será un buen diseñador.

Como capital general , puedes mandar en la batalla, dar orden y manera efectiva para concertar escuadrones pero, como todo capitán general tienes debilidades presumes victorias que adornan tus guerras ; como buen guerrero y padre vives , vigilas y mueres por los tuyos, que es una de las más mayores cualidades que posees.

Por el contrario, esta donzella es soberbia y descuidada , pero también posee un crianza de palacio , bien acondicionada misma, creada por el linaje de mi sangre. En fin padre, me despido con amor y benevolencia.

Te ama tu hija.

Por tu culpa


Mara , señora de gentil cuerpo, deshonrada, lujuriosa, llena de espinas en el alma con latigazos que parecían imborrables al paso del tiempo , de carnes blancas y cabellos largos ; Una noche danzaba desnuda en torno a una fogata, con los ojos torcidos hacia el cielo, hablando lenguas extrañas que parecían brotar labiosamente de su boca . Entorno suyo, había cientos de hombres esclavos a su cuerpo, amantes fortuitos que al amanecer ,desaparecerían con los primeros rallos de sol.


Mara, al pertenecer a un linaje poderoso de nigrománticos, pronunciaba una serie de encantamientos que producían un estado hipnótico , sobre aquellos hombres, pues a medida de que el ritmo de los cantos se aceleraba , el agua de una laguna cercana a ellos parecía hervir y levantarse muy alto.

Izpuzteque , encarnado en fuego la estaba haciendo prisionera de su propio destino, que había sido escrito desde su nacimiento , pues Mara fue maldecida desde el vientre de su madre por un nigromantico, enemigo de la familia siendo marcada para siempre, con un destino lleno de destrucción que se vería cumplido con su muerte. La profecía decía, que una mujer de piel blanca ,sería causa de guerra entre las ciudades más importantes de ese tiempo, porque estaría enamorada de la tierra y el cielo . Así que , sin más ni más Izpuzteque abrazó a Mara en una gran ola de agua hirviendo, llevándosela a un lugar donde sería eternamente castigada por sus desdenes aquí en la tierra y por supuesto para hacer valer su destino .